Identidad Vocal

Desde su fundación en 1966, el Coro de Niños de San Juan se distinguió por una búsqueda sonora muy específica. Evy Lucío Córdova no aspiraba a un coro infantil con un sonido ligero o meramente escolar; su visión surgió de su formación en música clásica y litúrgica, y de la influencia técnica del Coro de Niños de Viena.

Para Evy, la voz infantil debía trabajarse con el mismo rigor artístico que la voz adulta, priorizando afinación, respiración, apoyo, armonía y homogeneidad de timbre. La meta era desarrollar intérpretes, no solo “niños que cantan”.

“Los niños van a cantar como cantantes, no como niños.”

Evy comparaba esta búsqueda con el concepto de “The Glenn Miller Sound”: un sonido único, reconocible, que no es casualidad, sino resultado de una filosofía artística y un método técnico consistente. Del mismo modo, el Coro desarrolló un color vocal propio — delicado pero firme, luminoso pero disciplinado — que ha sido la esencia de su prestigio nacional e internacional.

Este “Sonido de Evy” se ha transmitido de generación en generación a través de: la técnica coral, la formación auditiva, la continuidad pedagógica de las maestras y directoras, y el compromiso con la música sacra y la polifonía clásica.

Hoy, la conservación de este sonido no solo es una decisión musical: Es parte del patrimonio vivo del Coro y una de sus contribuciones más significativas a la cultura coral de Puerto Rico